Estimados colegas:
Luego de los primeros días de vuelta a la presencialidad en UCES, desde el Cuerpo de Delegados queremos dejar clara nuestra posición respecto de algunas situaciones que vulneran nuestros derechos como docentes. Dado que la universidad envía repetidos comunicados en los que establece nuevos procedimientos y responsabilidades laborales, queremos dejar en claro nuestra postura y las limitaciones legales existentes:
- El decreto que declaró la Emergencia Sanitaria continúa. Por lo tanto, las y los docentes con comorbilidades incluidos en dicho decreto, siguen dispensados de concurrir al lugar de trabajo, pudiendo realizar tareas académicas desde su hogar.
- En este sentido, las medidas de cuidado como la utilización de barbijo por parte de estudiantes universitarios y docentes, ventilación adecuada y dar aviso y aislamiento ante cualquier persona que presente síntomas, siguen vigentes. Es el Ministerio de Educación Nacional quien tiene jurisdicción sobre la educación universitaria, no así el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
- Exigimos que cualquier capacitación docente, fuera del horario habitual de clases, debe ser remunerada, dado que: por un lado, se realiza en beneficio de la Universidad y de su capacidad para ofrecer mejores recursos pedagógicos a sus alumnos; por otro, es lo que corresponde a una situación de contratación por horas como la que existe en UCES.
- Creemos que cualquier intento de utilización de aulas “híbridas” o el sistema de “bimodalidad” atentan contra los puestos de trabajo en el futuro a la vez que imponen al docente tareas y procedimientos que no están siendo remunerados. Es decir que la universidad saca rédito de la ampliación de la tarea docente sin por ello reconocerlo en términos salariales, traduciéndose lisa y llanamente en un enriquecimiento sin causa en beneficio de la institución.
- El registro audiovisual de clases viola las reglamentaciones sobre Derechos de Autor y principalmente sobre Derechos de Imagen, en perjuicio de los docentes en tanto no haya un acuerdo explícito y una retribución como contraprestación. Por este motivo, aconsejamos al plantel docente de UCES no grabar las clases con la cámara del aula híbrida. En el sistema que sea, los alumnos tienen la obligación de estar “presentes” (físicamente o a través de un dispositivo), y siempre tendrán los apuntes a disposición. Si la universidad pretende ofrecer un servicio de visualización de clases, debe organizarlo y retribuirlo correctamente.
La vuelta a la presencialidad nos debe encontrar a todos los actores de la educación trabajando en pos de reconstruir los lazos pedagógicos, después de dos años de atravesar la peor pandemia de la historia moderna. Entendemos que la construcción del conocimiento es una acción colectiva, y no puede ser nunca unidireccional entre docentes y alumnos, ni entre la universidad y sus docentes.
Las y los trabajadores docentes constituimos el motor de la universidad, y somos invencibles si defendemos juntos nuestros derechos.
Cuerpo de Delegados de SADOP en UCES.
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