Los delegados de los docentes, nucleados en SADOP, denunciamos la actitud negativa y distante para consensuar la modalidad de las mesas de examen final en escenario de pandemia.
Rompiendo con lo establecido hasta el momento, la universidad decidió, unilateralmente, modificar el formato normal y habitual de tribunal por el de uno o dos docentes, incluyendo la grabación como agente de evaluación. Esto ocurre en el marco de una universidad donde el docente cobra a destajo (por cantidad de horas trabajadas), con lo que la reducción de docentes en las mesas significa una merma considerable en el salario.
Dicha problemática fue abordada en la última asamblea docente en la que, con una gran convocatoria, se trataron este y otros abusos de la Ley de Contrato de Trabajo que imperan en esta universidad.
En representación del cuerpo docente de UCES queremos dejar asentado nuestro rechazo a esta y otras medidas que apuntan a pauperizar nuestras condiciones de trabajo. Queremos, asimismo, recordar que ante un contexto de estancamiento casi total de la economía, los docentes de UCES hicimos un esfuerzo enorme –pedagógico y económico– para sostener la continuidad de las clases y, por lo tanto, de la matrícula de la universidad. En este sentido, seguimos esperando un reconocimiento por parte de UCES que resulte acorde a nuestro compromiso por la educación y por el diálogo: seguimos solicitando un aumento salarial, un reconocimiento de gastos extras durante la cuarentena y el acceso a nuestros recibos de haberes.
Ante este escenario de silencio por parte de UCES como respuesta a nuestra reiterada voluntad de diálogo, los docentes nos declaramos en estado de alerta y movilización.
No estamos dispuestos a seguir tolerando medidas que vayan en contra de la ley laboral y en contra de nuestros ingresos.
Seguimos abiertos al funcionamiento de una mesa de diálogo pero esperamos soluciones concretas, eficaces y reales.
Cuerpo de delegados de SADOP en UCES.
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