Estimados compañeros:
Les escribimos en esta oportunidad para realizar un oportuno balance del año que pasó. Puesto que se trató de un año de gran intensidad en el plano sindical, creemos que los dos materiales que les acercamos sirven perfectamente a los fines de reflexionar con profundidad sobre el trabajo realizado así como avanzar en la consideración de la situación que se avizora para el 2015.
En primer lugar, queremos darle difusión a un trabajo audiovisual que recopila testimonios de delegados de distintas universidades -USAL, UP, UB, Kennedy, UAI, UCES y UMSA-, los cuales dan cuenta de la situación particular de cada una de estas instituciones a la vez que establecen un horizonte de expectativas común: la necesidad urgente de conseguir un convenio colectivo de trabajo. De gran valor, "Situación de los docentes de las universidades privadas" representa un primer paso en dirección a conocer cuál es la situación general de este sector docente.
El otro material que queremos poner en su consideración es un artículo escrito por los delegados de UCES para ser publicado en la revista Cátedra, publicación de SADOP cuyo eje central es el universo de los docentes universitarios. Lo adjuntamos debajo.
Aprovechamos para saludarlos y reiterarles nuestra disposición para cualquier situación gremial que así lo requiera.
Les deseamos un excelente 2015.
La lucha continúa. La lucha vence.
Los delegados de los docentes de UCES.
Artículo para la revista Cátedra
UCES
UCES
Desde la primera edición de Cátedra esta columna, asignada a cada grupo de delegados, tiene el propósito de resumir la gestión y los avances en la negociación por mejores condiciones de trabajo y de vida para los docentes universitarios.
En esta oportunidad decidimos, sin perder de vista la consigna original, incluir algunas reflexiones producto de cinco años de representación, y no poco importantes a la hora de definir estrategias futuras.
En el 2009 con las primeras elecciones de delegados logramos construir un espacio de diálogo que permitió el reconocimiento, por parte de las autoridades de la institución, de la violación a distintos artículos de la Ley de Contrato de Trabajo. De esta manera iniciamos un largo proceso de negociación, aún sin agotar, que mejoró nuestras condiciones laborales al regularizar el pago de haberes en tiempo y forma, eliminar los contratos “basura”, reconocer las licencias por enfermedad y maternidad, sistematizar la anualización, regularizar el pago de vacaciones, días feriados y asignaciones familiares, implementar el pago completo de las mesas de examen independientemente del número de alumnos, aceptar la reubicación -aunque en forma intermitente- de docentes en caso de baja de comisiones y programar aumentos salariales consensuados. Estas conquistas benefician a muchos docentes que reconocen el esfuerzo que implicó e implica conseguir y sostener estos derechos. Sobre todo, cuando la institución no escatima esfuerzos, por acción u omisión, para boicotear la concreción de los beneficios, con frases del tipo “no acostumbramos a pagar”, con acciones tendientes a confundir a los empleados distraídos para que consientan condiciones laborales que van en contra de sus derechos laborales hasta llegar a cambiar artículos de un reglamento docente, no consensuado, a discreción según su conveniencia.
Llegamos al 2011 con la convicción de haber logrado mejoras pero, sin sentirnos satisfechos. Empezamos, entonces, a trabajar en la obtención de los derechos que tienen que ver con nuestro trabajo específico como: concursos democráticos, construcción de un reglamento único y consensuado, derecho a la carrera docente, capacitación, reconocimiento y pago de títulos, reconocimiento de la antigüedad docente, reconsideración del trabajo a destajo, plus para materiales, plus por tareas de coordinación, entre otros y nos encontramos con una “pared” de resistencia institucional que impide considerarnos trabajadores de la educación plenos. Todo esto en un contexto adverso provocado por la falta de un Convenio Colectivo de Trabajo y una Ley de Educación Superior que ni siquiera nos menciona.
En el 2014 Uces decidió, unilateralmente, iniciar un proceso de ajuste y cortar toda forma de comunicación con los delegados. En un primer momento creímos que las razones tenían que ver con nuestros insistentes reclamos por la regularización laboral de muchos docentes que se quedaron sin comisiones o con reducciones de más del 50% de su salario habitual.
Pero, aprendimos que, estas reacciones deben leerse en un marco más amplio, en el que participan otros actores (Crup, Subsecretaría de Políticas Univesitarias, Coneau) y que tiene mucho peso a la hora de conseguir definiciones en cada universidad. Hoy, entendemos estas conductas institucionales como el resultado del esfuerzo gremial ejercido desde cada universidad así como desde el sector universitario de Sadop Capital y Nación. En estos cinco años nos hemos convertido en un “público” al que tienen que escuchar y atender. Por primera vez los docentes de Uces hemos realizado denuncias e iniciado expedientes administrativos ante la Subsecretaría de Trabajo de Ciudad y el Ministerio de Trabajo de Nación, como por ejemplo, los casos de violencia laboral en la Facultad de Comunicación que aún están en proceso. Lo mismo hicimos cuando RRHH se negó a recibir nuestras notas de no consentimiento a la baja de comisiones, dejando constancia ante escribano público.
En el mismo sentido, el sector ha crecido en cantidad de universidades con delegados. Se firmó un convenio colectivo con la Umet, que se constituye en un antecedente legal importante porque puede ser invocado en juicios laborales de otras universidades. Las acciones legales iniciadas con el propósito de desconocer la personería del Sadop para representarnos, devinieron en cuatro fallos a favor del sindicato, por ahora, ya que se espera razonablemente el mismo resultado para los que faltan.
Esto nos lleva a concluir que, a pesar del panorama desalentador de comienzos de la gestión, no se ha podido evitar nuestro avance en la búsqueda por recomponer nuestra dignidad como docentes. Hemos crecido y ganado espacios que nunca habíamos tenido y es, evidentemente, el resultado de la participación de los docentes y del trabajo gremial organizado.
Faltan muchas cosas por conseguir pero, hemos aprendido mucho. Seguiremos trabajando para persuadir a las autoridades de la Uces a volver a la mesa de negociación, a la que nunca hemos traicionado, porque somos dialoguistas y porque esta es la forma que mejor expresa los principios éticos de los docentes. Lucharemos por allanar el camino hacia la firma del Convenio Colectivo de Trabajo y por conseguir un lugar en la Ley de Educación Superior, para lograr la correspondiente equiparación de nuestro trabajo al de cualquier otro docente del mismo nivel. Condición merecida, aunque quieran ocultarla, por pertenecer al Sistema Nacional de Universidades Públicas de Gestión Privada.
Delegados Gremiales
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