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viernes, 12 de octubre de 2012

Docentes de la Universidad del Salvador tienen que trabajar sin alumnos

Artículo publicado en Agencia Paco Urondo el 9-10-12
http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/otras-noticias/9460 

Rubén Morales es uno de ellos y fue entrevistado por Agencia Paco Urondo. El profesor develó pormenores de ese singular conflicto: “Hace un mes que estoy pero no me han asignado las cátedras. La mayor parte del tiempo estoy, lo mismo que la Prof. Florencia Naudy, en un aula sentado frente a un escritorio, sin asignaciones de tareas. Es una situación desgastante, porque uno está con ganas de volver con los alumnos”.


AGENCIA PACO URONDO: Ustedes han tenido un conflicto con la Universidad del Salvador a partir de su afiliación, desde entonces los echaron ¿Fue así, Rubén?
RUBÉN MORALES: Efectivamente, en el año 2011 tres docentes nos habíamos afiliado a SADOP, el sindicato que corresponde a los docentes privados. Yo tenía en ese momento seis años de antigüedad en la Universidad del Salvador, los otros dos docentes, Martín Tessi y Florencia Naudy tenían nueve años de antigüedad en la casa, y fue un hecho muy particular porque habíamos pasado muchos docentes por el sindicato SADOP preguntando, averiguando, notando algunas irregularidades en los recibos de sueldo, por ejemplo que ponen categorías con letras que no se sabe bien que significan, y un recibo de sueldo debe ser una herramienta en la cual el trabajador debe saber que está cobrando y en concepto de qué. Y a partir de ahí, inmediatamente luego de afiliarnos los tres docentes, nos despidieron. Fue tan simultánea la carta de despido con las afiliaciones, que no cabía ninguna otra interpretación.

APU: ¿Eso cuándo fue?

RM: Fue en junio de 2011. 

APU: En junio del año pasado, hace poco más de un año, ahí los despidieron...

RM: Sí, a partir de entonces se presenta un amparo en la Justicia del Trabajo, en el Juzgado 37, a través del estudio de abogados de la Dra. Marisa Salvati, del SADOP, y un dato interesante es que los tres docentes estuvimos de acuerdo en solicitar que se nos devuelvan nuestras cátedras, la reinstalación en nuestros puestos de trabajo, en rechazo al despido que había producido la universidad.

APU: Es decir que ustedes no querían la indemnización como en un juicio laboral...

RM: Exactamente, la indemnización fue, de hecho, lo primero que ofrece la universidad en su carta de despido. A partir de ahí empieza la lucha por volver, y comienza un proceso legal que como todo proceso tiene sus complicaciones y no quiero aburrir con esto. Lo importante es que pasa a la Sala VI de la Cámara de Apelaciones y se logra un fallo inédito dentro de la justicia laboral en el ámbito de la docencia privada, ¡un fallo en el cual la Justicia ordena la reinstalación de los tres docentes en sus puestos de trabajo!.

APU: En la Cámara de Apelaciones... ¿eso cuándo fue?

RM: La primera sentencia interlocutoria se obtiene en febrero de este año...

APU: Bastante rápida la respuesta de la Justicia, para lo que son los tiempos de la Justicia...

RM: Bueno, desde que nos despidieron ha pasado más de un año, y un año de vida a uno le pasa, también, pero la Justicia ha trabajado muy bien, muy rápido, y dentro de los plazos se ha expedido satisfactoriamente. Estamos muy agradecidos a la Justicia y sobre todo a la Sala VI de la Cámara de Apelaciones.

APU: ¿Cuál es la situación actual de ustedes?

RM: La situación actual es que nos han convocado de la Universidad del Salvador recién en agosto de este año...

APU: ¿Recién en agosto?

RM: Claro, porque, como siempre sucede, entre medio hay apelaciones, recusaciones, aclaratorias, idas y vueltas que van dilatando las cosas, hasta que finalmente el emplazamiento de la Justicia se hace efectivo y la Universidad del Salvador en respuesta a ese fallo tiene la necesidad de reincorporarnos, devolvernos los horarios de trabajo, con la salvedad de que es un trabajo bastante particular, hace un mes que estoy pero no me han asignado las cátedras. Me han dado las doce horas cátedra que tenía, cambiando un poco los horarios a discreción, pero a ninguno de los tres compañeros nos han devuelto los "puestos de trabajo" como decía la sentencia, es decir volver a estar con los alumnos, volver a enseñar. Y a todo esto quiero decir que tenemos un gran cariño por la universidad en sí misma y, es importante decirlo, nosotros no éramos gremialistas, no éramos sindicalistas. Yo ni conocía la filiación política que pudieran o no tener mis dos compañeros despedidos. Para mí, ser afiliado a un sindicato es la cosa más natural del mundo, es común a todos los trabajadores querer tener una pertenencia gremial. Yo estoy afiliado al Sindicato Unico de la Publicidad desde 1984 ¡y eso no me ha impedido trabajar en los últimos 30 años!.
Lo sucedido en la USAL me pareció un conflicto totalmente fuera de lugar, no sucedió en un contexto gremial, no hubo ningún reclamo gremial previo a los despidos, sino que fue claramente una violación al artículo 14 bis de la Constitución Nacional que expresa la libre afiliación de cada ciudadano.

APU: A ver, Rubén, vos volviste pero no estás dando clases, entonces ¿que estás haciendo en esas horas que estás en la universidad?

RM: Me han hecho firmar una planilla, que firmé en disconformidad, donde me dan horas de tutoría e investigación. En el caso de la investigación, no tengo muy en claro lo que estoy investigando... ¡eso lo aclararemos algún día! Han venido algunos alumnos a consultarme por tareas de tutoría, algunos derivados por las cátedras y otros de modo propio, esporádicamente, pero la mayor parte del tiempo estoy, lo mismo que Florencia Naudy, en un aula sentado frente a un escritorio, sin asignaciones de tareas. Es una situación desgastante, porque uno está con ganas de volver con los alumnos ¿y por qué está con ganas de volver con los alumnos? porque los alumnos, gracias a las redes sociales que tenemos hoy en día, una vez que sucedieron los despidos, formaron grupos en Facebook, hay un grupo que se llama "Apoyamos a Martín Tessi, Florencia Naudy y Rubén Morales" que llegó a sumar más de trescientos miembros entre estudiantes y profesores que nos apoyaron para que podamos volver. Es decir que hemos tenido y seguimos teniendo el reconocimiento, el aprecio, el cariño de los docentes, de los alumnos, de toda la gente que nos quiere. Y eso es lo que nos hace seguir en este camino.

APU: vos decías que no había un reclamo sindical previo sino que lo único que hicieron fue afiliarse. Parece desproporcionada la respuesta de las autoridades de la universidad respecto a la afiliación. ¿Que lectura hacés de eso?, de la envergadura de la respuesta contra algo tan razonable, normal, como es afiliarse.

RM: Sí, no solamente eso, sino que cuando emiten las cartas documento con los despidos estábamos casi al final de un cuatrimestre, a punto de tomar los exámenes necesarios para terminar ese cuatrimestre, quedaron todas las comisiones de alumnos acéfalas de docentes, mal pueden hablar de reestructuración cuando tuvieron que salir a recolectar docentes de entre la planta que tenían para que alguien se preste a tomar esas cátedras. Fue una actitud incluso en contra de los intereses de una universidad privada, como es la Universidad del Salvador, donde cada alumno (y cada padre de los alumnos) paga 1.425 pesos por mes, por lo menos en las carreras de publicidad, periodismo, relaciones públicas, que es con las que básicamente trabajábamos, y eso incidió en que se haya desajustado el funcionamiento normal de una casa de estudios, es decir que el procedimiento, yo diría que más que abrupto o violento, fue torpe. Fue demasiado obvio lo que se hizo, algo que se podía haber solucionado muy fácilmente si ellos se hubieran presentado al diálogo, si hubieran dicho, "bueno, queremos conversar con ustedes este tema". Incluso, por ejemplo, luego nos citó el diputado Héctor Recalde, titular de la comisión de trabajo de la Cámara de Diputados, y tuvimos ahí una audiencia pública con la presencia de un representante de la Universidad del Salvador, el Dr. Fernando Lucero Schmidt, y si bien durante la audiencia pública el Dr. Lucero Schmidt dijo que de ninguna manera nos iba a reincorporar, luego charlamos personalmente con él y quedamos en muy buenos términos, tuvimos una reunión posterior en su despacho, y se perdieron todas esas instancias para resolver esto de una manera conversada, que era lo que nosotros hubiéramos favorecido. Así como previamente a los despidos nunca hubo un planteo de tipo gremial, sindical, de pedir aumentos, de pedir condiciones de trabajo, nada de eso, así como sentíamos un gran dolor, por todo lo que significa haber sido despedidos, para nuestras familias, para nuestros hijos, y por los alumnos que dejábamos también. Nosotros respondimos de la manera más coloquial, más dialogada, dando toda nuestra predisposición para que se aceleraran los tiempos legales de la Justicia.

APU: Estos despidos, torpes, excesivos, ¿podrían de algún modo ser parte de una política ejemplificadora? Aparte, desde el discurso, las universidades privadas dicen que no tienen paros, a diferencia de la UBA...

RM: Yo creo que sí, la actitud tomada tiende a eso, y fue una operatoria tan obvia que tuvo exactamente el resultado opuesto. En este momento nosotros tenemos una enorme solidaridad por parte del personal docente, del personal no docente, por parte de los alumnos, los egresados, los graduados. Tengamos en cuenta que los tres docentes que estamos en esta lucha, Florencia Naudy, Martín Tessi y yo, teníamos alumnos de tutoría de tesis, es decir los que ya dejan de ser alumnos, que ya son egresados, y que están en el proceso final de presentar su tesina para obtener la licenciatura. De modo que hay muchos profesionales que ya se han recibido con nuestra tutoría y nos apoyan fervientemente porque, evidentemente, hemos hecho un trabajo... no puedo decir si bien o mal, pero sí con mucha onda y con mucha calidad de predisposición humana. Y quiero agregar que cuando hablamos de universidades privadas no estamos diciendo lo correcto, tenemos que hablar de universidades de gestión privada, porque cuando hacés la división entre quienes trabajan en la UBA y quienes trabajan en la universidad privada, o quienes estudian en un lugar o en otro, tengamos en cuenta que cuando te subís a un colectivo para viajar, no te preguntás si ese colectivo es de propiedad privada o estatal, el colectivo es un medio de transporte público que está en manos privadas. Esto es algo similar, la universidad de gestión privada es una opción más dentro de las alternativas que tiene hoy la clase media, incluso la clase media-baja, tengamos en cuenta que los valores de la cuota son inferiores a lo que es un alquiler de un departamento (por ejemplo) y aquel que tiene su casa puede decir "Yo puedo mandar mi hijo o mi hija a una universidad estatal o a una universidad de gestión privada" y eso es una opción que nos permite también el momento político-económico que estamos viviendo.

APU: Rubén ¿Quien es la autoridad de la USAL? ¿Quien es el rector de la USAL?

RM: El rector es el Dr. Juan Tobías, es una persona vinculada a la política, hubiera sido más conocido si ganaba Menem en el 2003 ya que sería nuestro ministro de educación...

APU: Rubén, seguiremos charlando a ver cómo evoluciona esto, Por lo pronto pudieron lograr volver al edificio.

Extractos de la entrevista realizada en "¡Basta de Zonceras!" (programa radial de la Agencia Paco Urondo) que conduce Joe Cornejo y se emite por AM 740 Radio Rebelde, el lunes 1 de octubre de 2012. http://amradiorebelde.com.ar/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la difusión de la entrevista. Doy fe de que la desgrabación es fiel a lo efectivamente dicho por un servidor.
Abrazo
Rubén Morales